Stonehenge

Si sera mejor que salgamos de aqui-dige llevandome la mano al cuello

Cierro los ojos mientras me rio sacásticamente.
"No te preocupes, seré como una pluma..."

Id a la ciudad fantasmal- despues os cojo yo, dige de pronto al sentir como la marca del cuello se expandia un poco hasta mi hombro, me alejo de ellos-despues nos vemos-salgo corriendo entre los arboles

Asiento con la cabeza, y acto seguido, con suma delicadeza, me llevo con cuidado a Anne de allí, y ambos desaparecemos en la niebla, de regreso a la ciudad fantasmal.
FDR: cena!!!! ahora nos vemos.

Un antiguo poder me atrae hasta aquí. Contemplo con admiración el inmenso círculo de roca. En su centro observo una figura conocida. Me acerco al borde del monumento, y me quedo allí observando sin hacer ruido cómo medita. Sin duda es poderoso...
Saco mi espada del cinto, sin desenvainarla, y apoyo su extremo en el suelo, apoyándome y sin dejar de observar al dragón.

Observo con serenidad esos ojos carmesíes mientras me miran. Siento el calor de las gigantescas llamas en mi armadura, como se reflejan las lenguas de fuego en el negro metal. Permanezco así, sin decir nada, con mi yelmo impertérrito examinando al dragón.

Río con lentitud desde detrás de mi yelmo. Continuo con sendas manos apoyadas en mi espada, firme ante el poderoso dragón que hay ante mí, y que podría aplastarme o incinerarme en un suspiro.
"Soy Gawain Stoker, hermano mayor y bastardo de Phiro Stoker, el herederdo al trono de este reino. Mi padre se avergonzó de mí, pues me veía como una mancha en su noble estirpe, por lo que me mandó al ejército, esperando que cayera bajo una flecha perdida o la estocada de algún mercenario despiadado. Pero su "plan" no salíó como él esperaba... Pronto superé a todos mis compañeros de armas, hasta que desafié al mísmismo general. Le maté y entonces, en lugar de reclamar su puesto, abandoné el ejército. Durante los años siguientes, viajé por lugares inhóspitos y desolados, poniendo mi espada al servicio de los necesitados mientras buscaba quién era. En una de las muchas y solitarias batallas que libré, encontré esta armadura, un objetro maldito que nadie se había atrevido a utilizar. Yo lo hice, y así fue como encontré al fin mi identidad."
Desenvaino mi espada y la clavo en el suelo, al tiempo que una extraña brisa comienza a soplar elevando mi capa.
"Soy el Caballero Negro, el Solitario, el Errante. No estoy atado a nada, y por eso, puedo tomar la decisión que nadie más puede tomar, puedo ejecutar la justicia que aquellos pusilámines que se hacen llamar jueces temen detentar. Sólo yo puedo traer la verdadera justicia y el orden absoluto a este mundo corrupto, y por eso, viajo de un lado a otro, pues es necesario concer la enfermedad para poder aplicar la solución. Finalmente, tras años de caminar sin descanso, logré descubrir mis orígenes y la existencia de mi hermano. Más aún, oí hablar de este lugar, de su decadencia, y de su inminente caída. Ya te lo he dicho: mi objetivo es traer el orden. ¿Compredes ya lo que quiero decir?"

Aparezco andando y veo la situacion, habia escuchado a Gawain y sonrio- no esta tan mal el reino, es solo que estamos amenazados nada mas-sonrio- dragoncito, relajate-digo tranquilamente

Veo llegar al general y envaino mi espada en silencio. Miro a Axel y afirmo con la cabeza, queriendo decirle que seguiremos hablando. Me giro y desaparezco de allí en la dirección opuesta, con un levísimo gesto de la mano como única despedida ante Vincent.

Despido a Gawain, ya hablaria con el, suspiro y salgo