El bosque profundo

-Si, aunque hubo un admirador que quiso ser aprendiz mio para verte, que pesado era ese tipo

*``Angelo, necestamos ayuda en el frente Lord borshi acaba de llegar al reino y no conpintas de buenos amigos´´*
-He de irme pequeña, me necesitan en el frente, me alegra verte de nuevo.
La abrazo y salgo de alli volando a gran velocidad

Tras curar como pude a Vincent, salí del pueblo fantasma. Necesitaba pensar, esta vez en serio, y para ello necesitaba un lugar poco visitado.
Esta vez mis pies me llevan a un bosque denso y oscuro. Mi parte de animal me arrastra a internarme en él. Así, comienzo a dar un largo y tranquilo paseo por entre su altos árboles, hasta que llego a un hermoso y al mismo tiempo sombrío claro. Me siento a los pies de un gran árbol, cierro los ojos, y bajo la cabeza, meditando todos los sucesos ocurridos en los últimos días.

Llego caminando por el bosque tranquilamente silbando una antigua melodia que me enseño el sensei

Escucho un agradable y melódico silbido, y veo a Vincent caminando por el bosque. Sonrío al verle con mejor aspecto.
"Buenos días" exclamo.

Vaya-sonrio- ati te quera yo ver-digo acercandome a el-le doy un abrazo- gracias por lo que me hicistes Wilhelm, estoy en deuda contigo

Le devuelvo el abrazo, un tanto soprendido pero satisfecho de que esté bien.
"No conozco el concepto de "deuda" con aquellos que hacen el bien. Era mi deber." digo sonriendo. Después me fijo en un llamativo simbolo de su chaqueta.
"Oh, veo que ahora eres general."

Sonrio- aun asi- lo miro a los ojos- Wilhelm quiero que seas el capitan de mi ejercito-digo tranquilo y seguro- se lo dire al sensei para que lo haga oficial

"¿¿¿Qué???" digo sin dar crédito.
"Lo lamento, pero no puedo aceptarlo es... una responsabilidad demasiado grande, me siento honrado pero... no sé si estaría a la altura."

Sonrio- lo estaras-digo tranquilamente- confio en ti-ulo algo en el ambiente-vamos hacia los jardines-digo saliendo de alli

"Está bien..." digo al ver la determinación y confianza en sus ojos. Después, huelo algo extraño en al aire, y asintiendo a Vincent, le sigo.

Paseando por el bosque me encuentro a Anne. Sonrío al verla, y la saludo amigablemente con la mano:
"Buenas tardes... ¿cómo tienes el brazo?"

Río cordialmente ante el comentario.
"Sí, es verdad, los demás, vivos no agraciados, no tenemos tanta suerte... aunque en mi caso estoy vivo y tampoco tengo mucho problema con eso. Es lo que tiene ser un licántropo."

"Por supuesto" digo.

Sonrío, sorprendido por la pregunta.
"Por dos cosas. En primer lugar, si hablo demasiado, no puedo escuchar lo que los demás tienen que decir. Y en segundo lugar, porque prefiero decir sólo lo que merezca la pena ser dicho, y para eso, tengo que pensar bien antes de hablar."

"Tranquila, no me importa, de vez en cuando está bien que alguien te escuche, aunque sólo sea por curiosidad" me río.

FDR: uni!!!!!!!! luego seguimos, jeje